Abro los ojos, no sé bien que me despertó, está oscuro aún, miro el reloj, apenas son las 5'30h, es domingo, no tengo que madrugar... Por un instante me enfado, ¿porqué me despierto cuando no hay necesidad?, quiero seguir durmiendo.... Pero no, ya que estoy despierta mejor aprovecho el día.
No son horas de ponerse a recoger la casa (aunque buena falta le hace), no hay que molestar al resto de la casa ni a los vecinos. Así que aprovecho para coger mis libros y estudiar un rato, eso se hace en silencio... a mi edad y vuelvo a estudiar!!!
Amanece un día despejado, una preciosa mañana de primavera que invita a salir, repaso mentalmente alguna de mis rutas favoritas; la isla es pequeña, pero tiene miles de parajes diferentes que me esperan; decidido, salgo..... 
Preparo mi mochila, imprescindible el agua, algo para comer, chocolate (me encanta comer chocolate tras una caminata), mis bastones, ropa cómoda... mi cámara, esa tampoco puede faltar.
Avanzo en silencio, disfrutando de los sonidos de la naturaleza. Ese pequeño pajarillo que canta entre los pinos, a lo lejos el rumor del torrente, oirlo me refresca el calor de la subida.
Llego hasta mi mar, hace fresco aún pero su luminoso azul me llama a bañarme, apenas hay gente alrededor, me desnudo y me sumerjo rápidamente, sé que si me lo pienso el frío me hará dudar. El agua salada se lleva el cansancio del camino y el calor acumulado. Hora de tomar el chocolate. Permanezco en la roca, contemplando el mar, escuchando las olas. Hoy fué un buen día!!!!!
Sí, hoy pude dar media vuelta y seguir durmiendo, acurrucarme entre las sábanas y esconderme del mundo. Pero decidí no dejar que la apatía y el desánimo me vencieran.
Daré las gracias a lo que fuera que me despertó antes del amanecer!!!
