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| Fotografía: Diego Correa |
Es temprano aún, todos duermen, la casa está en silencio.
Llueve sobre la ciudad dormida, formando pequeños ríos en los tejados.
Llueve en la playa desierta, mojando la arena.
Llueve sobre mi, una suave lluvia que limpia mi alma.
Salgo a la calle, me gusta sentir la lluvia sobre mi cara.
Paseo por las desiertas calles mojadas.
Chapoteo entre los charcos como si fuera una chiquilla.
Toda mi ropa queda empapada... hay que volver a casa...
..Cata preciosas imagenes junto con el relato..besos...y me tomo un café leyendote..
ResponderEliminarTe ha quedado un post precioso, y mojado.
ResponderEliminarAbrazo. Jabo
Bonita forma de empezar el domingo, observando esas calles mojadas y tranquilas. Todo invita a quedarse en casa leyendo un buen libro y con un buen café en la mano,.mmmmmm! que gozada. Precioso post Ana.
ResponderEliminarMuxu bat
May preciosa... me gustaría tomarme contigo ese café, mientras en la calle sigue lloviendo.
ResponderEliminarGracias por asomarte.
Jabo.... que le vamos a hacer, me gusta la lluvia.
ResponderEliminarAbrazos.
El libro, "La mano de Fátima" de Ildefonso Falcones o "La caida de los gigantes" de Ken Follet, el café te lo cambio por un chocolate con churros.
ResponderEliminarBesitos chico guapo.